En este blog compartimos ideas, experiencias y herramientas para quienes eligen crecer, emprender y vivir con intención. Cada lectura es una invitación a profundizar en ti mismo.
Muchas veces corremos no para avanzar, sino para huir de nosotros mismos. Confundimos prisa con propósito y movimiento con paz. Pero fue al detenerme que entendí que la velocidad era mi anestesia y que solo al frenar pude escuchar mi cuerpo, sanar y volver a sentir presencia.
Durante mucho tiempo vi la ansiedad como enemiga, pero entendí que en realidad traía mensajes que yo no sabía escuchar. No era castigo, era una alerta para atenderme, descansar y pedir ayuda. Hoy la reconozco como una maestra incómoda que me devolvió al centro y me recordó que está bien sentir.