Cuando el cuerpo deja de susurrar y empieza a gritar
En este episodio converso con Milly Matheu, una mujer que, como muchas de nosotras, aprendió de golpe que no somos invencibles. Tras enfrentar una parálisis facial y episodios de ansiedad, entendió que el cuerpo siempre habla: primero susurra, después grita.
Aquí hablamos de la vulnerabilidad como un camino de sanación, de lo que sucede cuando la productividad mal entendida nos desconecta de nuestra esencia, y de cómo aprender a soltar el control puede salvarnos de una crisis mayor.
Este no es solo un episodio sobre salud, es un recordatorio de que nuestra vida no se mide por lo mucho que hacemos, sino por lo presentes que estamos en ella.